¿QUÉ ES UN CENTRO BOUTIQUE?

¿QUÉ ES UN CENTRO BOUTIQUE?

En los últimos años el término “centro boutique” asociado a centros de entrenamiento se ha escuchado con fuerza. Se trata de un modelo en auge que ha supuesto el mayor número de aperturas en 2019 y en lo que llevamos de 2020.

 … ¿sabemos realmente qué es “la boutique” ?, ¿qué particularidades posee? o ¿en que se distingue del gimnasio tradicional de proximidad, de los centros deportivos multiservicio o de los estudios especializados?

Todas esas cuestiones las resolveremos hoy con la lectura de este artículo, de la mano de una de las personas pioneras en instalar el modelo boutique en el sur de España, concretamente en el poniente almeriense.

Un Centro Boutique posee características definitorias y diferenciadoras que se engloban en 4 grandes grupos: instalación, especialización, tecnología y experiencia de clientes.

INSTALACIÓN DE UN CENTRO BOUTIQUE

Los espacios miden entorno a 150- 500 metros cuadrados, donde el diseño adquiere una especial relevancia, dotando de gran importancia al branding, que hace referencia a la imagen de marca.

Los centros boutique buscan ubicarse en zonas comerciales, empresariales y con gran actividad de servicios diurnos, en los cuales el flujo activo de personas sea continuo. 

La distribución de espacios varía en función de los servicios de cada centro. Por norma general el patrón que se suele dar en su composición es: hall de entrada/recepción, meeting point, una o dos salas de entrenamiento, dos vestuarios diferenciados por sexos y sala de instalaciones. La sala o salas de entrenamiento son las que ocupan la mayoría de metros cuadrados de la instalación. El espacio diferenciador es la inclusión en el hall o núcleo de la instalación, de un “meeting point”, en el cual el cliente puede esperar su clase favorita o descansar confortablemente con un batido recuperador. Este punto tomará gran relevancia como veremos más adelante. 

El uso de colores y materiales corpóreos predomina en los diversos espacios de la instalación. Se establece una cuidada selección lumínica, que varía según la actividad desarrollada y los espacios seleccionados. Por ejemplo, en los vestuarios se suele utilizar una luz tenue en la zona de cambiadores y de mayor intensidad en espejos y duchas. En las actividades de cuerpo-mente la luz suele ser tenue e indirecta.

Los espacios tienden a ser amplios, con altura suficiente para no generar sensación de agobio, pero sin perder la sensación acogedora.

Los vestuarios pasan de ser un lugar de “almacenaje de la ropa o enseres” a mejorar la aplicabilidad como si estuvieses en tu propia casa. Las duchas son individuales, se incluye secador de pelo, gel, champú y en el algún caso se dispone de servicio de toalla, cremas o hasta perfumes.

ESPECIALIZACIÓN

A diferencia de los gimnasios de proximidad o instalaciones deportivas multiservicio, en los centros boutique predomina una o dos disciplinas de especialización. Los profesionales que imparten las actividades poseen un alto nivel de capacitación, formación y distinción. Su personalidad es dinámica, de carácter extrovertido y son grandes motivadores. Las actividades más habituales y comúnmente desarrolladas son las que involucran entrenamiento en HIIT, entrenamiento funcional, cuerpo-mente, boxing o ciclo-indoor, en algunos centros aúnan las diferentes vertientes de entrenamiento en una sola actividad. 

El aforo del entrenamiento desarrollado oscila desde la más absoluta personalización (individual o por pareja) hasta máximo 12-14 personas (grupos reducidos de entrenamiento o small groups). Obviamente cuanto menor sea el aforo mejor será la atención por parte del profesional.  

TECNOLOGÍA

El uso de la tecnología se hace imprescindible en los centros boutique. Ante una sociedad de mayor autonomía e independencia, asociado al estrés con el que convivimos a diario, es fundamental darle  al cliente la  posibilidad de gestionar su agenda con un solo click, desde su teléfono móvil. Esto se lleva a cabo a través de aplicaciones que permiten gestionar las reservas de las actividades deseadas, realizar compras o mantener la comunicación con su centro de entrenamiento.

Aquí se introduce por tanto otra característica de gran diferenciación, como es el pago por uso, el cliente paga por lo que consume y no permanece encadenado a una permanencia con dificultades para darse de baja. Además, los centros boutique se mantienen interconectados, mejorando el flujo de comunicación entre cliente interno (empleado) y externo, ofreciendo información extra del entrenamiento realizado, análisis y progresión de las capacidades físicas relativas a su condición física o seguimiento nutricional. 

EXPERIENCIA DE CLIENTE

Es el punto determinante, aquel que todo centro boutique que se precie debe cuidar minuciosamente. La experiencia de cliente no se basa en un solo aspecto fundamental, si no que debe ser el perfecto engranaje de multitud de pequeñas piezas. El cliente debe sentirse especial antes de visitar la instalación, tras cruzar la puerta de entrada al centro e incluso una vez que ya ha dejado la instalación y se encuentra en casa. 

En relación a lo anteriormente comentado gana enteros el marketing sensorial, a través del uso de aromas personalizados y sectorizados por zonas, música adaptada al tarjet de cada centro y a poder ser, diferenciado por espacios, atención al cliente completamente personal, uso de detalles diferenciadores en vestuarios, actividades perfectamente estructuradas con cumplimiento de objetivos pre – establecidos… etc. Otra parte fundamental en todo este engranaje es la sociabilización y el sentimiento de pertenencia. Se hace imprescindible favorecer la sociabilización entre clientes internos, junto con los empleados, los cuales serán los grandes dinamizadores. Por ello se incluyen espacios específicos que favorezcan dicha interacción, se introducen actividades de soft touch (de leve contacto) o se promueve el uso de la comunidad digital. 

Atendiendo a todas las características anteriormente comentadas el precio de los centros boutique oscila entre los 60€-100€ mensuales. El perfil de cliente suele ser mujer de entre 25-45 años, con un nivel socio-económico medio-alto, valorador/a de su salud y su físico/estética, que aprecia estar a la “última” y no es amante de entrenar en soledad “levantando hierros”. 

Quiere “lo mejor” y no le importa pagarlo si realmente percibe que merece la pena. 

Jose Alberto Iáñez

Director General Move IT Center

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